Antes que nada
Me gustaría poner al día mis recuerdos... y empezaré por el día que me enteré por primera vez que estaba embarazada...
En abril del 2012, se me retrasó el periodo unos días. Si bien es verdad que hacía meses que ya no poníamos medios para evitar el embarazo... me sorprendió porque pensábamos que no podíamos concebir por un asunto que no viene al caso... Al principio me sentí fria, no sabía si quería eso en ese preciso momento... mi pareja y yo vivíamos bien, salíamos mucho, viajábamos... en realidad nunca nos paramos a pensar lo que conllevaba ampliar nuestra familia, que hasta ese momento, se componía de EL, mi perro y yo.
Lo cierto es que incluso llegué a plantearme abortar premeditadamente, pero EL me convenció. Estaba tan ilusionado, emocionado, alegre.... que finalmente me contagió.
Como es obvio, fuimos al ginecologo y a la matrona, estaba de 6 semanas y todo marchaba genial hasta que empecé a manchar y me dolía mucho la zona de los ovarios. Fuimos a urgencias y nos comentaron que estaba bien, que no volviera si no había más sangrado. Lo cierto es que no voy a ser fiel a la verdad al 100% porque quise olvidar el tema y se me escapan ahora algunos detalles, sobre si fui tres o cuatro veces a urgencias, en varias incluso escuchamos sus latidos. Pero el resúmen es que después de estar en cama 2 semanas por la amenaza de aborto, lo perdí. Una noche empezó a dolerme todavía más de lo que lo hacía habitualmente, fui al baño y, al limpiarme, había como un garbanzo ensangrentado que nunca me dijeron lo que era. En urgencias me confirmaron que había abortado pero que parte se había quedado dentro y me dieron unas pastillas para provocarme contracciones y que mi cuerpo lo expulsara todo.
Creo que no es necesario que explique lo vacía que me sentí. Después de 9 semanas, habiendo escuchado su latido, emocionada planificando el futuro, incluso pensando nombres para el futuro bebe... me sentía derrumbada. Solo con ganas de llorar... Pero pasó, al cabo de 2 semanas cogí el alta laboral y aunque no me sentía con fuerzas, finalmente el trabajo me entretuvo lo suficiente para que mi vida volviera a la normalidad...